15 detenidos y 30 heridos por la acción policiaca |
» La incursión gubernamental, por presión nuestra, presumen los dirigentes oficiales del SNTE
» Quitan al CDMP las sedes de las secciones 23 y 51 » Hoy, marcha de la disidencia |
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Las imagenes hablan por si mismas.
Editorial: La Jornada de Oriente
No podemos estar de acuerdo con el uso desmesurado de la violencia que utilizó el gobierno del estado en contra de profesores que son parte de la disidencia magisterial y un grupo de activistas de derechos humanos, a los que, sin ser parte del conflicto, los aprehendieron cuando se manifestaban pacíficamente en la vía pública a favor de las causas que defiende el Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP).
Las detenciones que se hicieron de mentores en el Centro Histórico y en los edificios de las secciones 23 y 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se realizaron con uso excesivo de violencia y de una manera que viola los derechos humanos de los afectados. Sobre todo, es reprobable la saña que se utilizó particularmente contra las mujeres que fueron encarceladas.
No se deben desestimar las versiones de que el CDMP fue infiltrado por agitadores para generar violencia y que se pudiera justificar la intervención policiaca contra los trabajadores de la educación, o también que se llegó a este extremo como resultado de la desesperación del titular de la Secretaría de Educación Pública, Darío Carmona García, de no poder controlar el conflicto en cuestión.
También resulta preocupante que los disturbios de este miércoles se estén generando por la disputa electoral que está en curso o por las pugnas que existen entre dos corrientes al interior del gobierno del estado.
Debe quedar claro que independientemente del desenlace que tenga el conflicto, las demandas de los profesores que participan en el CDMP son justas y genuinas, ya que son apoyadas por la mayoría de los docentes en el estado, que está inconforme con el autoritarismo de la presidente del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, y los abusos que cometen los dirigentes locales del sindicato.
Ante ese escenario, es fundamental que el gobierno del estado haga una correcta valoración de que le conviene más si apoyar la democratización del sindicalismo magisterial o la corrupción del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Los cuerpos policiacos han detenido ilegalmente a varias decenas de mentores y otros tantos se encuentra desaparecidos. Se reportan varios heridos, maestras incluidas, por la brutal violencia policiaca.
Los cuerpos policiacos han detenido ilegalmente a varias decenas de mentores y otros tantos se encuentra desaparecidos. Se reportan varios heridos, maestras incluidas, por la brutal violencia policiaca.
FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA
Los hechos violentos –de este miércoles– ocurridos en el Centro Histórico en contra de profesores disidentes y activistas de derechos humanos provocarán que el conflicto magisterial se revitalice faltando poco días para concluir el ciclo escolar y cuatro semanas para las votaciones federales. Ante tales sucesos, vale la pena preguntarse: ¿a quién conviene este tipo de proceder?
Por lo menos se pueden hacer tres lecturas para intentar entender lo que está sucediendo atrás de esos hechos de violencia.
La primera lectura es que el conflicto magisterial venía languideciendo, ya que muchos profesores ya no estaban respondiendo a la convocatoria del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP) para movilizarse o cuidar los edificios de las secciones 23 y 51 del SNTE que tenían tomados desde mediados del año pasado.
El estallido de violencia de ayer, el cual dio por resultado la detención de 15 personas y que otras 30 resultaran lesionados por una acción que provocó la propia disidencia que intentó apoderarse de la sede alterna del SNTE 23, permite dar nuevamente banderas de lucha al CDMP, ya que ahora el movimiento pugnará por la liberación de los docentes encarcelados.
Eso generará un mayor enojo de miles de profesores principalmente contra el SNTE y sus dirigentes; contra el Partido Nueva Alianza (Panal) y contra el titular de
En este escenario el que se ve beneficiado es el PRI y el secretario de Gobernación, Mario Montero Serrano.
Vamos por partes:
Con estos hechos se desactivan las redes de apoyo que el SNTE había estado construyendo de profesores para apoyar la movilización a favor del Panal y del PAN el día de los comicios federales. Lo cual, ayuda al PRI.
Al mismo tiempo, Mario Montero Serrano genera un desgaste contra el SNTE y Darío Carmona García, lo que implica golpear al grupo político del titular de
Además, tener débil al SNTE significa restarle un grupo de apoyo a Rafael Moreno Valle Rosas en su camino a ser el candidato del PAN a gobernador.
Una segunda lectura es que finalmente hicieron efecto las presiones de la dirigencia nacional del SNTE de que podría provocar un proceso de inestabilidad en contra del gobierno del estado si no actuaba de manera violenta contra la disidencia.
En esta columna, hace un par de meses, se narró que un grupo de enviados de la presidente vitalicia del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, se reunió con un grupo de funcionarios del gobierno del estado, en
Que si desde el Poder Ejecutivo estatal se seguía alimentando a los grupos inconformes del SNTE, el sindicato podía generar movilizaciones permanentes en contra de la administración de Mario Marín Torres, además de revivir a nivel nacional el Lydiagate; es decir, que se crearía una crisis de ingobernabilidad.
Se dice que Gordillo Morales había fijado como plazo para no materializar sus amenazas antes de que concluyera el ciclo escolar.
A eso obedece a que haya sido en esta fecha la recuperación de los edificios de las secciones 23 y 51 SNTE y se desatara la represión contra los disidentes.
Una tercera lectura es que finalmente el movimiento del CDMP ya dio sus frutos, que fue debilitar electoralmente al SNTE y al Panal, y para el gobierno del estado ha empezado a ser un problema, sobre todo porque se planteaba como una disidencia permanente que ya estaba exigiendo tener un reconocimiento similar al del SNTE.
El gobierno esperó a que el movimiento se reblandeciera para frenarlo y eso pasó ayer.
Con el tiempo se sabrá cuál de estas tres lecturas es la correcta.
Lo que si es cierto es que una cosa son las negociaciones y pugnas políticas en torno al conflicto magisterial, y otra que es real y genuino el malestar de las bases magisteriales contra Elba Esther Gordillo, el SNTE y Darío Carmona.
Y con la violencia desatada este miércoles no se da una solución de fondos a esa inconformidad.
Al contrario, se reaviva.
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