Zapatero a tus zapatos
Por Celestino Reséndiz Castañeda
Por Celestino Reséndiz Castañeda
(...)
Una vez, ahí en Chilpancingo; salí de la universidad, era fresca la mañana, corría un viento oloroso a pan, flores y ricas comidas; caminé como siempre lo hago en pequeños pueblos o ciudades, me gusta ir por los mercados donde se vende de todo: fritangas, flores, guaraches y cuanto pueda uno imaginarse: pericos, pájaros y cacahuates pintados. Una señora ofrecía chapulines: "Chapulines marchante, están muy ricos, los hay grandes y chiquitos; los chiquitos por sabrosos y los grandes por grandes. Chapulines marchante". Y se perdió en un mundo de hermosura.
Un viejecityo tenía su puesto de herramientas en una banqueta, ofrecía sus trabajos: machetes, cuchillos, tranchetes, cadenas, etc. todo hecho en forma rústica, bien trabajados y a buen precio. Observé con detenimiento, ¿para qué sirve esto? -pregunté-. Es para acémilas -me respondió-. Elogié sus bonitos trabajos y él con orgullo me dijo: "todo es producto de mi pequeño taller". " Eso es para acémilas". ¿para acémilas? -me pregunté muchas veces- . Al no saber que era acémilas, avergonzado avancé rápido al hotel donde me hospedaba y fui desesperado al diccionario ¿y yo en la universidad? Acémilas, acémilas: macho o mula de carga para caminos escabrosos.
De pura vergûenza no fui por la herramienta. Las uñas de mis pies siguieron igual.
Un viejecityo tenía su puesto de herramientas en una banqueta, ofrecía sus trabajos: machetes, cuchillos, tranchetes, cadenas, etc. todo hecho en forma rústica, bien trabajados y a buen precio. Observé con detenimiento, ¿para qué sirve esto? -pregunté-. Es para acémilas -me respondió-. Elogié sus bonitos trabajos y él con orgullo me dijo: "todo es producto de mi pequeño taller". " Eso es para acémilas". ¿para acémilas? -me pregunté muchas veces- . Al no saber que era acémilas, avergonzado avancé rápido al hotel donde me hospedaba y fui desesperado al diccionario ¿y yo en la universidad? Acémilas, acémilas: macho o mula de carga para caminos escabrosos.
De pura vergûenza no fui por la herramienta. Las uñas de mis pies siguieron igual.
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