En mis tiempos de niño una enfermedad me aquejaba. Todo empezó un día, cuando en la escuela secundaria me arrojaron a la alberca festejando no se que, cuando salí, sentí nauseas y empecé a ver estrellitas acompañado de un fuerte dolor de cabeza, de ahí en adelante me agobiaron los ataques mas fieros que pueda uno sentir.
Después supe que era migraña.
La sufrí cerca de dos décadas; desapareció así como vino, de manera natural y sin despedirse.
Es hereditaria, la sufría mi papá, la sufren mis hermanos, la padece mi hijo.
Si usted no la padece, ¡felicidades!
Después supe que era migraña.
La sufrí cerca de dos décadas; desapareció así como vino, de manera natural y sin despedirse.
Es hereditaria, la sufría mi papá, la sufren mis hermanos, la padece mi hijo.
Si usted no la padece, ¡felicidades!
Profesor Dubriel, en verdad aprecio su trabajo, y mucho mas por compartir su esfuerzo y sapiensa para con mi persona, se lo agradezco y espero que me considere su amigo.
ResponderEliminarJosé Juan
Gracias por tu comentario profesor Juan, en realidad tenemos un reto enorme: transformar la educación básica desde nuestro "hábitat" (en términos biológicos.
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