Contar cuentos es una actividad muy gratificante, no sólo para quien escucha sino también para quien narra. Habitualmente esta práctica se asocia a las primeras edades, y es cierto que a los más pequeños les encanta que les cuenten historias, pero los mayores son también un buen público. Seguro que a ti también te gusta escuchar historias y retienes en la memoria algunas que te contaron en tu infancia. Pero te preguntarás... ¿qué necesito para ello?
Simplemente ganas y una buena historia que contar. Y... ¿qué cuentos puedo contar?
Ante todo, la historia que elijas ha de gustarte a ti; tiene que emocionarte, convencerte. A los más pequeños les gustan los cuentos populares, los clásicos, las historias con lenguaje sonoro, los cuentos acumulativos y encadenados, las narraciones que provocan la risa... A los mayores les interesan las historias de miedo, de misterio, también las aventuras (incluso aquellas que te hayan sucedido a ti o a algún otro miembro de la familia), los mitos y leyendas, el humor, el absurdo... No te limites al cuento de tradición oral, existen historias actuales aptas para ser contadas. Puedes pedir consejo a tu librero, al bibliotecario... Ya, pero ¿cómo lo hago?
Algunos consejos: Si dispones de tiempo, y te apetece, puedes preparar un poco el cuento: • Lee la historia una o dos veces, no tienes que memorizarla. • Ordena mentalmente las secuencias. • Identifica los momentos de tensión. ¿Qué recursos puedo utilizar?
- Si has elegido un libro ilustrado, utiliza las imágenes para dialogar con tu hijo, ellas también cuentan y aportan contenido a la historia.
- En ocasiones, las marionetas consiguen captar la atención. Puedes utilizar una que represente al narrador o al protagonista de la historia.
- La estrategia de guardar un objeto o un mensaje en una caja o bolsa puede sorprender y motivar a tu hijo, sobre todo si es pequeño.
- Introducir canciones y ritmos resulta muy atractivo e invita a participar.
- Si tu hijo está interesado en ver una película, puedes aprovechar para ofrecerle la historia original.
- Una noticia de prensa puede ser un buen argumento para contar y motivar el diálogo.
A la hora de contar ten en cuenta lo siguiente: - Elige la fórmula que te parezca más adecuada para iniciar el cuento: Érase una vez..., Cuentan que..., En un lugar de..., ¿Sabías que...?
- Intenta cambiar la voz, diferenciando –si es posible– al narrador del resto de personajes, para transmitir sus emociones: si están enfadados, alegres, tristes...
- Si aparecen onomatopeyas, enumeraciones o repeticiones tenlas en cuenta, ya que dan ritmo a la historia y contribuyen a que el niño escuche con interés y participe.
- Atiende las pausas y los silencios.
- Adapta el texto a tu lenguaje, interpreta el estilo y el tono del cuento: fantástico, humorístico, misterioso, terrorífico...
- No abuses de los diminutivos, aunque tu hijo sea pequeño.
- Cuenta con entusiasmo, con ganas.
- Invita a tu hijo a participar en la historia.
- Si te olvidas de algún detalle no pasa nada, puedes retomarlo en otro momento si lo crees necesario, pero no empieces de nuevo la historia.
No olvides que: Sólo necesitas ganas y una buena historia. A contar, como cualquier otra actividad, se aprende con la práctica. Todos podemos contar, sin necesidad de ser profesionales |
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