EL GRAN AMOR DE IVAN
Iván estaba llorando con los brazos cruzados sobre la mesa, ocultando su rostro. Entré al salón, esperé un momento, le pregunté: ¿Qué tienes hijo?, ¿Te sientes mal?, ¿si quieres llamo por teléfono a tus papás para que vengan por ti?. No me contestó.
Él pertenecía al grupo de alumnos que asesoro después de clases para los concursos. Los demás iban llegando uno a uno. Disimuladamente me contó lo que le pasaba, no quería que los demás se dieran cuenta: “Ella no quiere ser mi novia, ya le hablé varias veces y siempre me rechaza, aceptó a uno de mis compañeros, pero a mi ni siquiera me mira. ¿Qué debo hacer para que me quiera?, le mandé una tarjeta con sus amigas, pero la rompió, le envié una flor que no aceptó, dibujé un corazón con su nombre y el mío atrás del taller y se enojó”. Se refería a Estela, una chica linda del mismo grado.
Me dolía ver sufrir así a un chico tan inteligente. Le dije que era muy joven, que por mucho que quisiera a alguien, no podía obligar a esa persona a que lo amara, que a sus trece años él debería ocupar su mente en estudiar, buscar más amistades y no aferrarse a alguien que no lo amaba, que sus lagrimas no las merecía quien era incapaz de quererlo y valorarlo, que el amor, no se demuestra con regalos, que le diera tiempo al tiempo, que cuando ella se diera cuenta de que él valía mucho quizá, ya sería muy tarde...
Me respondió que yo no entendería nunca lo que él sentía en ese momento, que no quería a nadie más, sólo a Estela.
Le dije que si quería hablaríamos otro día del asunto, asintió. Empezamos con la asesoría, asigné una actividad diferente a cada alumno, dependiendo del concurso en el cuál iban a participar. Iván trató de concentrarse en la Segunda Guerra Mundial.
Pasaron los meses, de vez en cuando, Iván me platicaba que seguía perdidamente enamorado de Estela y que nunca amaría a nadie más.
Cierto día, cuando Iván ya cursaba el tercer grado, me platicó que en su salón había una compañera que se llamaba Nely, era muy inteligente, que casi siempre trabajaban en equipo, se llevaban muy bien, la apreciaba mucho, etc. que con el paso del tiempo se dio cuenta de que se estaba enamorando de ella y le pidió que fuera su novia, se llegaron a querer mucho.
Cuando Iván casi egresaba de tercer grado me buscó para platicarme: ¿Qué cree profa.? fíjese que ahora que tengo novia, Estela me manda recaditos con mis amigos y me dice que ahora sí quiere ser mi novia, pero es que yo ya no la quiero, ya no sufro por ella, cuando la veo ya no siento la misma emoción de antes, ahora quiero a Nely.
Iván se casó con Nely después de que ambos terminaron sus estudios en la Universidad.
Ahora sus hijos son mis alumnos.
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