Con una trayectoria en el Educación Secundaria y de Bachiller de 35 años de evolución. Dedicado los últimos años a la educación de los indígenas de la sierra norte de Puebla en los últimos 15 años.
Falleció Gabriel Salom, impulsor de proyectos educativos en la Sierra Norte de Puebla
Agustín Gabriel Salom Flores / Foto Familia Salom
PAULA CARRIZOSA
El destacado educador poblano Agustín Gabriel Salom Flores, quien fuera cofundador del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural, falleció este martes 23 de agosto a los 73 años en San Andrés Tepexoxuca, una comunidad de la Sierra Norte de Puebla.
“Mis primeras experiencias en el aula fueron de búsqueda de lo que pudiera ser de interés para los alumnos, de novedad, de sorpresa. Recuerdo que mis compañeros de escuela decían que mi aula era la China Popular: había ruido, movimiento, discusiones, jaleo. No sé qué tanto aprendían, pero la gozaban”, escribió alguna vez el profesor.
Salom Flores fue fundador de varios proyectos educativos en educación básica y media superior, con reconocimiento nacional e internacional, en diferentes regiones indígenas y migrantes de la Sierra Norte de Puebla.
El “Gabo”, como lo conocían sus amigos, fue coordinador de la zona 016 de las telesecundarias en la Sierra. Ahí, desde hace 15 años puso en marcha un modelo alternativo e innovador al que nombró “Telesecundarias vinculadas con la comunidad”, un estilo de una educación que estaba pendiente de los problemas de los jóvenes indígenas, y sus contextos de pobreza y exclusión rural.
Él mismo se definió como “un luchador incansable, un terco esperanzado”, que tuvo como constante concebir y poner en práctica nuevas formas de educar, siempre en la idea de que la escuela puede ser un vehículo de igualdad.
Sus ideas y proyectos siempre estuvieron enfocados hacia las zonas más pobres y marginadas, por lo que su opción educativa fue una permanente apuesta a una educación del cambio.
Trabajó en el Colegio Benavente de Puebla, en Tapachula, Chiapas y en Córdoba, Veracruz. En Tehuacán, se acercó al mundo indígena en la Sierra Negra, y como él escribió, “esa fue una oportunidad para conocer la parte de México ignorada por mí: oír otra lengua sin entenderla, conocer otras costumbres y ver de cerca la pobreza”.
En 1979 gestionó la que sería su primera telesecundaria. Lo hizo en la comunidad de Tetzitzilin, “piedra que suena como campana”, con la idea de construir una “escuela granja integrada”.
Contó con el apoyo del Sistema Alimentario Mexicano, del arquitecto Oscar Hagerman del chileno Héctor Luis Morales, del Instituto Nacional de Investigación sobre los Recursos Bióticos, quien asesoró para la integración de la granja en la que había cinco estanques para peces, gallinas, cerdos, hortalizas, digestor, carpintería, herrería y panadería.
“Mirando hacia atrás el camino recorrido, descubro que todo tiene un por qué, aunque al principio no lo veía como ahora. Las experiencias primeras, el contacto con las culturas, con la pobreza. Tepetzitzintla, Ayaualulco, Tantoyuca, Tzinacpan, Yahuitlallpan, Zautla y Tepexoxuca son etapas, experiencias, son como el mapa del camino recorrido”, recordó el propio Gabriel Salóm en el texto “Cómo se ha ido escribiendo mi historia”, el cual en su versión digital finaliza con la frase “Si algo puede cambiar el rumbo de las cosas, es la educación”, que resumen el pensamiento del educador
Conocí a Gabriel en León, Gto. donde el Maestro impartía un Taller de Expresión Corporal. De inmediato quedé impresionado por la fuerza de su personalidad, la bondad de su alma y la convicción de sus ideales. Descanse en paz.
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