EL UNIVERSAL
La SEP deja historia y matemáticas a medias
Excluyen tema de la Conquista para sexto grado; titular desoye consejos
Nurit Martínez
Lunes 24 de agosto de 2009
nurit.martinez@eluniversal.com.mx
Al dar inicio el ciclo escolar 2009-2010 los niños de primero y sexto grados de primaria se encontrarán hoy, los primeros, sin libro de Matemáticas, y los segundos, con un recorte al contenido del texto sobre Historia de México, por lo que ya no estudiarán la Conquista ni la Colonia, que explican, entre otras, las primeras epidemias mundiales que afectaron al país.
A pesar de las advertencias de los grupos de especialistas al secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio Irazábal, para no entregar el paquete de 10 libros a 7 millones de niños de primero y sexto grados de primaria por tener “graves retrocesos y errores”, el funcionario señala que es “una necesidad imperiosa” contar con libros al inicio del curso, y los que se entregarán “son perfectibles”.
La modificación de los libros de texto corresponde al inicio de generalización de la llamada Reforma Integral de la Educación Básica que significó la transformación de los planes de estudio y la reestructuración de materiales.
Hasta ahora pruebas como la que aplica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha dejado a México en el último lugar de desempeño en matemáticas.
En tanto que en la única evaluación que se ha elaborado sobre el aprendizaje de historia, por parte del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), entre niños de tercero de primaria, mostró que 56% de los estudiantes están por debajo del nivel básico y sólo 1% en el avanzado.
Olac Fuentes Molinar, ex subsecretario de Educación Básica, asegura que la reforma propuesta por el subsecretario Fernando González Sánchez —yerno de Elba Esther Gordillo, presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)— traducida en nuevos libros presenta excesos de información, solicita al padre de familia muchos materiales en tiempos de crisis económica, tienen inadecuaciones al lenguaje de los niños y piden, entre otros, que dominen la lectura en el primer grado.
Para el estudioso de la Universidad Pedagógica Nacional, estamos frente a “una reforma caótica”.
“No podemos obviar de dónde surge esta reforma improvisada sin competencia técnica y esto no es más que consecuencia de que el gobierno de la República le entregó a un grupo político, en particular a un personaje (Elba Esther Gordillo), la rectoría de la educación en el país”, señaló el especialista.
En tanto que académicos de instituciones de educación superior y asociaciones de especialidades señalan que ante las inconformidades que por separado se dieron entre los grupos para la elaboración de los textos de cada asignatura algunos se entrevistaron con el titular de la SEP para impedir que se distribuyeran los 27 millones 706 mil 600 libros que se editaron en la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg).
La petición llegó tarde
Bajo resguardo de sus nombres, para evitar represalias, los académicos revelaron que fue por la intervención del subsecretario Fernando González, que se entregarán este día los libros a los niños y no quedarán almacenados como sucedió en 1993 —durante el gobierno de Ernesto Zedillo— cuando una primera versión de los libros de historia se quedaron en las bodegas al negar la existencia de personajes como los Niños Héroes, El Piípila y el señalamiento al Ejército mexicano por los acontecimientos del 2 de octubre de 1968.
El secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, dice en entrevista con EL UNIVERSAL que en esta ocasión “no hubo duda por parte de la SEP de iniciar el ciclo con los libros ya distribuidos. Es una necesidad imperiosa y por supuesto que ya están distribuidos y todos listos para arrancar el ciclo”.
El único grupo de especialistas (que fueron convocados por la SEP para elaborar los contenidos de los libros) que actuó “a tiempo” fue el de Matemáticas y se impidió la impresión del texto, por lo que los niños de ambos grados —prinmero y sexto— sólo recibirán un “cuaderno de trabajo”.
La propuesta en éste caso es que tanto pedagogos como matemáticos continúen sus trabajos y puedan solucionar “errores básicos” en problemas como las ecuaciones simples. O bien, confundir una galaxia con una nova.
A partir de ello se sugirió que para resarcir los errores contenidos en los libros de geografía, educación física, ciencias naturales y de español se envíe una fe de erratas a los maestros.
Al respecto el titular de la SEP, Alonso Lujambio, reconoce que “puede haber pequeñas fallas, pero no es la característica de los libros que se están distribuyendo” y abre su postura y asegura que estará atento a “las propuestas y a las críticas que se les vayan haciendo a este libro y a todos lo demás”.
La inconformidad por la calidad de los libros provocó que la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) propusiera iniciar un debate sobre lo que los niños deben aprender y participar en la armonización del sistema de forma integral, desde preescolar hasta el bachillerato.
Rosaura Ruiz, presidenta de la AMC, comenta que se pretende conjuntar visiones y esfuerzos de los maestros y expertos de la SEP, la UNAM, el IPN, la UAM y otras instituciones que han participado por años en la elaboración de libros de texto.
Respecto a la enseñanza de la historia, Olac Fuentes señala que en el diseño del plan de estudios la propuesta es “muy extraña” ya que los contenidos que estaban en quinto hasta el año pasado, en los que “se trataba de articular una historia de México con la humanidad, y que abordaban la Conquista, la Colonia, ahora los van a ver en sexto, pero recortados, porque ni siquiera llegan a la Conquista, se quedan en el siglo XV”.
Con este libro no se logra el propósito, agrega, “termina en la era de los descubrimientos y del Renacimiento. Habría que ver si en el curso del proceso van a corregir ese asunto y si esto regresaría a quinto”, indicó el experto.
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