miércoles, 14 de noviembre de 2007

De Jesús Márquez


Estimad@s colegas:
Les informo de la presentación de mi libro Vida eterna, el jueves 15 de noviembre, a las 18:00 en la Casa de la Aduana Vieja (2 Ote 405). El libro es un estudio sobre la capilla de San Ildefonso. Luego a las 20:00 habrá un concierto en dicha capilla, sita en Avenida Reforma y 9 Norte. Mucho me gustaría contar con su presencia.
Reciban un abrazo y un cordial saludo.
Jesús Márquez Carrillo


*Jesús Márquez Carrillo es profesor de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y cronista de la Ciudad.
Tuve la fortuna de tomar sus clases en la maestría.

martes, 13 de noviembre de 2007

DE MI CORREO


UNA ESTRATEGIA DIDÁCTICA


Sorteo
En unos círculos de plástico de aproximadamente 3 cm. de diámetro anoté los números de lista de cada niño para realizar un sorteo en diferentes momentos de la clase, por ejemplo:

Para coevaluar la lectura individual, por medio del sorteo, se elige al niño (a) que leerá desde su lugar en voz alta, un párrafo del tema de estudio, al terminar de leer, sus compañeros muestran en una tarjeta (las tarjetas se han elaborado con anticipación y siempre se tendrán guardadas en un sobre que irá pegado al final de la libreta para que estén disponibles en cualquier momento) la calificación que le dan. Hay algunos jóvenes que no califican la lectura, porque el número que muestran, casi siempre nos permite conocer la relación que existe entre los integrantes del grupo: ¨si me cae bien, le pongo diez, si me cae mal, le pongo cero”, “Si me gusta, o es mi amiga (o), le doy la mejor calificación, porque así cuando me califiquen me darán una mejor calificación”.
El módulo no es suficiente para que lean todos, por eso se sortean de cinco a diez alumnos en cada clase, la finalidad es que todos participen y estén atentos a la lectura, ya que en cualquier momento pueden ser el próximo participante.

El sorteo se puede utilizar para un sinfín de actividades en el aula, siempre con la finalidad de que todos participen.

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domingo, 11 de noviembre de 2007

BIOLOGÍA




Aprendiendo y creciendo con los alimentos
Gioconda Flores, Jesús Alfonzo

Cómo seleccionamos nuestro proyecto de aula

Para iniciar el proyecto pedagógico de aula, se le pidió a los niños que se reunieran por equipos, y se procedió a repartir a cada uno de ellos una tarjeta en donde debían anotar un tema de su interés que les gustaría fuera desarrollado. Surgieron variados temas, los cuales se fueron plasmando en el pizarrón: El nacimiento y crecimiento de los niños, El cuerpo humano, Los alimentos, Las plantas, Las viejas ruinas, El Universo… Una vez anotados los temas, se le repartió una hoja pequeña a cada niño, para que procedieran a votar y escogieran aquél que resultara con mayor consenso, el cual resultó ser "Los Alimentos", con una cantidad de dieciocho votos a favor y ocho en contra.
Hay que reconocer que la docente le hizo cierta "propaganda" a este tema, por estar en la programación oficial y prestarse para diversas actividades, tanto de experimentación, como de observación y de reflexión, interesantes y factibles.
(...). Finalmente, se invitó a darle un nombre a nuestro proyecto, quedando como título "Aprendiendo y creciendo con los alimentos". Con este tema se comienza el proceso de planificación de las actividades a realizar, considerando la posibilidad de vincularlo con cada una de las áreas académicas y los ejes transversales.

http://servicios.iesa.edu.ve/foroeducativo/Aprendiendoycreciendoconlosalimentos.htm

sábado, 10 de noviembre de 2007

EVALUACIÓN

ELIGE LA OPCIÓN CORRECTA

¿Cuál de las siguientes frases pronunció el Rey Juan Carlos?

a) "Comes y te vas"
b) "y ¿Por qué no te callas?"
c) "Cooperas o cuello"

ALGO DE EVALUACIÓN


Rev. Fac. Educ. vol. 23 n. 1-2 São Paulo Jan./Dec. 1997

LA EVALUACION EN LA ESCUELA:
una ayuda para seguir aprendiendo

Aurora LACUEVA*





Cada niño, cada niña, es demasiado complejo para poder diagnosticarlo gracias a algunas rápidas pruebas. Por ejemplo, Juan Martínez tiene seis años y medio, vive en un edificio de muchos pisos de una urbanización popular, tiene una hermanita menor con la que juega y hacia quien se siente protector, cursó preescolar, sabe leer frases sencillas, escribe bien su nombre y más o menos bien varias otras palabras, le gusta el béisbol y su papá le regaló una pelota y un bate de juguete, le tiene miedo a la oscuridad, le agradó el preescolar, tiene expectativas positivas sobre la escuela, su mamá le lee cuentos y él los disfruta, tiene buen carácter aunque es algo tímido, tiene cierta miopía pero en su casa no se han dado cuenta, es un poco problemático con la comida, sabe contar hasta cien, le gustan los animales y en su casa hay un gato que se llama "Tigre", cuando va a casa de su abuela, cerca de Barlovento, ayuda con las gallinas y los conejos, juega con los perros, y hace muchas preguntas acerca de fenómenos de la Naturaleza... ¿Cuánto de todo esto y de muchas otras características importantes se va a poder detectar con el diagnóstico? Ni aunque se pasara una semana sometiendo a Juan a una bateria de tests (cosa por otro lado indeseable como estrategia didáctica), se lograrían conocer muchos de estos rasgos, que pueden ser tan relevantes en la acción pedagógica.
En el caso del inicio de año, consideramos preferible darse cuenta de cómo están los niños en algunas áreas clave, como Castellano y Matemáticas, gracias a ciertas actividades de clase que no se vean como tests sino como parte del trabajo normal, y que lleven a los alumnos a poner de manifiesto su dominio de la lectura y la escritura o del cálculo. Por ejemplo, y según el grado, leer por turnos pequeños cuentos, que a la vez impliquen resolver ciertos problemas matemáticos como parte de la historia; inventar un problema de este tipo y escribirlo; oír el principio de un cuento e inventarle un título y un final; leer por turnos una narración o un texto informativo interesante, mientras los compañeros oyen o siguen la lectura.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

JUANITA Y LA ORATORIA



Juanita cursaba el tercer grado de secundaria, era muy callada, sus compañeras no le hablaban porque siempre iba sucia, sus zapatos, de tan rotos que estaban, apenas le cubrían los pies, su uniforme todo gastado, pues lo habían usado sus hermanas generaciones antes, su cabello largo, enredado y lleno de orzuela, la piel de sus manos y cara, partida por la resequedad. Para llegar a la escuela caminaba dos horas por esas calles polvorientas y de regreso otra vez.

Al inicio del ciclo escolar repartí diferentes temas de oratoria a los alumnos, quería descubrir las nuevas semillas para cultivar en el difícil arte de la retórica, conciente, de que a todos se les debe dar la oportunidad de participar.
Cuando llegó el turno de Juanita para recoger su tema varios de sus compañeros se rieron: “¡ja, ja, ja, a ella no le de nada maestra, ella nunca habla!”, “¡No la conoce, le dicen la muda!”.
─ ¡Cállense! ─les ordené─ respeten a su compañera, no me gusta que se burlen de nadie.
Luego les expliqué en qué consiste la oratoria, cuáles eran las partes de un discurso y otras cosas más.
La siguiente semana hice un sorteo para que pasaran a decir su tema, ninguno de los alumnos, hasta ese momento, daba el énfasis necesario en sus palabras. Llegó el turno de Juanita, se paró enfrente de todos con las manos hacia atrás, con la mano izquierda apretaba fuertemente el puño derecho, agachada, empezó a decir su tema, no hablaba fuerte, pero cada una de sus palabras hacía que nos estremeciéramos por el sentimiento con el que nos narraba la situación tan miserable, en la que vivía la gente de su pueblo. Al terminar de hablar, sus compañeros le aplaudieron, la felicité, el módulo terminó.
Días después, traté de buscar el momento adecuado para hablar con ella, platicamos atrás de los talleres para que nadie nos molestara, ese lugar de ensayo era llamado simbólicamente: “El auditorio Benito Juárez”, le expliqué, que para hablar frente a un público no debería agacharse sino mirar a los ojos “al monstruo de las mil cabezas”, transmitir sus sentimientos por medio de la mirada, le di varios consejos.
Desde esa semana me reunía con Juanita y otros alumnos para dialogar sobre sus temas. Cuando el lugar estaba ocupado por otros jóvenes para realizar algún deporte, nos íbamos a platicar atrás del salón de primero “A”, ese lugar era llamado por el Club de Oratoria como: “El Auditorio Ricardo Flores Magón”, en realidad era un sitio lleno de tierra suelta, cuado terminábamos parecíamos polvorones pero salíamos muy contentos del trabajo realizado.
Juanita iba mejorando día con día, muy dedicada, pronto superó a los ”gallitos de pelea”, como le decíamos a los oradores con más experiencia en el club de oratoria. Había otro lugar de ensayo, cuando los dos lugares anteriores estaban ocupados, junto a la cooperativa había una cisterna, los oradores se colocaban sobre la plataforma de cemento y exponían sus temas, ese lugar se llamaba: “Auditorio Sor Juana Inés de la Cruz”.
Llegó el día del concurso interno, presenté cuatro oradores que competirían contra veinticinco alumnos preparados por otra profesora.
Juanita había recibido unos zapatos y uniforme prestados por sus compañeras, un día antes le desenredaron el cabello. Estaba en la plaza cívica frente a todos los alumnos y maestros. Empezó a hablar tan hermoso, todavía recuerdo cómo rodaban mis lágrimas por la emoción que sentía al escucharla, ninguno de los oradores participantes podía igualarla, era una campeona, el público la ovacionó como a nadie.
Los maestros se preguntaban: “¿De qué escuela es esa niña?”, “¿La conocen?”, “¡Nunca la había visto!,” “¿Quién es?”, una compañera me dijo: “oye ¿De dónde sacaste a esa niña?, ¿Qué no es ilegal que traigas una participante ajena a la escuela?”
Cuando se acercó y reconoció a la que había sido su alumna en años anteriores exclamó: “¡Pero si es Juanita!, ¡No lo puedo creer!, esa niña nunca habla!, ¡Pero si es una burra!, ¿Cómo es que está ahí enfrente de todos?, ¿Desde cuándo se baña Juanita?”
Estos y muchos otros comentarios de asombro se escucharon ese día.
Poco después, Juanita representó a nuestra institución en el concurso de zona, el jurado dijo que con mucha pena sentía decir que en ese lugar sólo había una oradora, que los demás deberían prepararse antes de presentarse ante un público. Esa actitud nos molestó a todos los asesores porque los jurados no se imaginan todo lo que tenemos que trabajar para preparar a los alumnos. Juanita ganó el Primer lugar, representó a nuestra zona en el concurso estatal.
Por eso nos enteramos que Juanita vivía en una casita de carrizo por donde se colaba el viento. Sus padres campesinos no contaban con lo más elemental para su existencia, ni siquiera energía eléctrica.
Un día su papá fue a la escuela y me dijo que me agradecía haber tomado en cuenta a su hija por ser pobre, le contesté que no era así, su hija había logrado sobresalir por sus propios méritos.
Actualmente Juanita es solicitada por partidos políticos como oradora en sus campañas y ella ha aprovechado esa relación para instalar los servicios públicos en su comunidad.

domingo, 4 de noviembre de 2007

CURSO DE COMPETENCIAS BÁSICAS EN TEHUACAN



¿Qué alimentos consumen los niños que anuncian en la radio y la televisión?












Las sopas instantáneas, las papas fritas, los refrescos...

















































Bueno en la TV también vemos novelas de amor...






















Necesitamos involucrar a los padres de familia porque sino solo les dan dinero a sus hijos y compran cualquier cosa...
































MATEMÁTICAS ¿UNA ASIGNATURA DIFICIL?

La enseñanza de las matemáticas tiene varias aristas desde donde se pueden abordar, si usted quiere ayudar a su pequeño hijo para que no les...