Año con año, se realizan los concursos de secundarias técnicas y siempre se ha puesto a debate su utilidad en la formación académica de los alumnos.
La opinión de unos, es que el exceso de actividades se convierte en un distractor de lo verdaderamente importante; el aprendizaje de los alumnos.
La opinión de otros, es que debe mantenerse una tradición que por años ha distinguido a secundarias técnicas.
En mi opinión, hoy existen circunstancias inéditas que deben tomarse en cuenta; la evaluación para la permanencia es una de ellas. He visto a algunos amigos que se encuentran angustiados ante el riesgo de perder su empleo en corto tiempo.
He planteado, en distintos foros, que los concursos se suspendan temporalmente y que los esfuerzos se dirijan a promover una gran campaña de asesorías, para enfrentar con éxito la evaluación que se avecina. No hacerlo, nos convierte en personas insensibles ante el futuro incierto de miles de docentes de secundarias técnicas.
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